Los tiempos inéditos de
Segismundo y el muerto senta’o
mayo, aclara finalmente algunos de los misterios de esta huelga universitaria abusiva y absurda.
No lo quería creer. Hacía mucho que venían dando señas y avisos muchos de los participantes. Pero hay que rendirse ante la evidencia inapelable que ofreció el propio Joserramón ayer.
Lo llamaban el “muerto senta’o”, gracias a una precoz visión de Silverio Pérez. Entrevistado uno de los líderes del Comité Negociador Nacional de Estudiantes en Fuego Cruzado, éste reveló que De la Torre llegaba a las reuniones y no pronunciaba durante horas palabra alguna. La razón verdadera: estaba dormido.
Eso explica que dijera ayer que no habría negociaciones ni diálogo justamente en el momento en que la presidenta de la Junta de Síndicos mantenía una reunión de negociación. Que yo sepa, la Junta de Síndicos está por encima de De la Torre, de modo que éste no puede desautorizar a los Síndicos. Ygrí Rivera debería explicar cómo es que Joserramón la desautoriza.
Cuando la presidenta de la Junta dijo que no había “peor ciego que el que no quiere oír”, de seguro recordaba una escena de la obra “Los fantoches” de Carlos Solórzano. En la escena, los fantoches descubren que Dios no sólo está sordo, ciego y mudo, sino que también está dormido.
¿Qué diálogo, qué comunicación, es posible en circunstancias tales?
Como Segismundo, De la Torre vive más que un sueño, una pesadilla. Aturdido entre la vigilia y el sueño, no entiende que toda la comunidad universitaria está en huelga contra la política institucional. Los estudiantes de diez recintos, con el respaldo de la Hermandad de Empleados Exentos, el Sindicato Universitario y la Asamblea del Claustro Universitario de los once recintos. Además, artistas, uniones obreras, la prensa, los padres y las madres, la comunidad internacional, la razón y el entendimiento.
Lo llamaban el “muerto senta’o”, gracias a una precoz visión de Silverio Pérez. Entrevistado uno de los líderes del Comité Negociador Nacional de Estudiantes en Fuego Cruzado, éste reveló que De la Torre llegaba a las reuniones y no pronunciaba durante horas palabra alguna. La razón verdadera: estaba dormido.
Eso explica que dijera ayer que no habría negociaciones ni diálogo justamente en el momento en que la presidenta de la Junta de Síndicos mantenía una reunión de negociación. Que yo sepa, la Junta de Síndicos está por encima de De la Torre, de modo que éste no puede desautorizar a los Síndicos. Ygrí Rivera debería explicar cómo es que Joserramón la desautoriza.
Cuando la presidenta de la Junta dijo que no había “peor ciego que el que no quiere oír”, de seguro recordaba una escena de la obra “Los fantoches” de Carlos Solórzano. En la escena, los fantoches descubren que Dios no sólo está sordo, ciego y mudo, sino que también está dormido.
¿Qué diálogo, qué comunicación, es posible en circunstancias tales?
Como Segismundo, De la Torre vive más que un sueño, una pesadilla. Aturdido entre la vigilia y el sueño, no entiende que toda la comunidad universitaria está en huelga contra la política institucional. Los estudiantes de diez recintos, con el respaldo de la Hermandad de Empleados Exentos, el Sindicato Universitario y la Asamblea del Claustro Universitario de los once recintos. Además, artistas, uniones obreras, la prensa, los padres y las madres, la comunidad internacional, la razón y el entendimiento.
La madre de la estudiante del RUM dijo, a pesar de todo, que su hija fallecida estaba con la huelga. Los abusos policiacos, patearle los testículos y aplicarle electricidad a un estudiante joven y desarmado, negarle agua y comida a los estudiantes, son cosas que el pueblo de Puerto Rico se niega a aceptar. ¿Qué derecho tendrá en verdad un policicía para caerle a macanazos a ciudadanos que no han cometido delito alguno? ¿Qué derecho a golpear a la gente de la calle tienen estos abusadores? El gobierno está quedando ante los ojos del mundo como uno de iletrados gorilas del tercer mundo.
El propio claustro de toda la Universidad de Puerto Rico, compuesto por catedráticos y doctores de todas las materias de estudio, reunido en Asamblea Permanente, confirmó lo que vienen diciendo los
El propio claustro de toda la Universidad de Puerto Rico, compuesto por catedráticos y doctores de todas las materias de estudio, reunido en Asamblea Permanente, confirmó lo que vienen diciendo los
estudiantes, los decanos de Río Piedras, las asociaciones de profesores, la Junta Universitaria, los ex síndicos claustrales. ¿Cómo puede De la Torre y el gobernador despachar semejante testimonio como el de una minoría de “delincuentes habituales”?
¿Cuál tribunal en el mundo puede despachar el testimonio de todo el claustro de la Universidad de Puerto Rico?
Sí: vivimos tiempos inéditos. De oscurantismo medieval. Ya veremos lo que dicen de esto y de ellos los libros de historia, las ciencias y la creatividad artística.
Pero como ellos --ciegos, sordos, mudos y dormidos-- tampoco leen...
Marcos
Reyes
Dávila
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