sábado, 31 de julio de 2010

Francisco de Miranda, libertador



Francisco de Miranda
 
Los sueños 
      de un libertador

(Fermín Goñi. Los sueños de un libertador
Barcelona: Roca Editorial, 2009, 380 págs.)

Novelada, mas basada en la impresionante estela letrada que dejó tras de sí toda su vida, es esta biografía de un periodista, narrador y ensayista de Pamplona, licenciado en Ciencias Políticas, de nombre Fermín Goñi. Extraordinaria por los méritos propios de la relación de una vida cuya intríngulis ardiente queda de relieve a cada paso, y extraordinaria por la vida insólita que trazó los caminos y que en varias oportunidades atracó, o permaneció preso, atado con cadenas, a la roca de los calabozos del Morro de San Juan, Puerto Rico.
    La biografía arranca de dos experiencias amargas en la vida del célebre “Precursor” de la Independencia de Nuestra América. La segunda, es su detención en los calabozos de Cádiz a donde fue a parar tras un largo periplo por varias prisiones españolas después de la nefasta detención que hizo del entonces “Generalísimo” de los ejércitos de Venezuela, el entonces Coronel Simón Bolívar. Tras estas dos demarcaciones dramáticas, la narración se retrotrae a los orígenes de la familia Miranda distinguida por el mismísimo rey Carlos III en la persona de su padre, don Sebastián, canario.
    El periplo de este viajero infatigable se centró en el derrotero de Europa. Sin embargo, comienza con su viaje a Cádiz a donde se dirige enviado por su padre para comprar una patente de “capitán”.  De inmediato se ponen de relieve los generadores vitales de su vida: el estudio de lenguas y culturas, clásicas y contemporáneas, que lo llevó a acumular una de las bibliotecas más grandes que poseyera erudito cualquiera de su época –más de seis mil volúmenes sin contar los perdidos– y que mientras pudo mantuvo consigo guardada en innumerables baúles; la carrera militar, el estudio de armas y batallas; la pasión por los pláceres de la cultura y de vida, desde la música y la gastronomía hasta los placeres sexuales.
    Con la ayuda del extenso epistolario y relaciones de viaje de Miranda, y de los innumerables documentos – más de quince mil folios, mayormente manuscritos, que guarda en más de 63 volúmenes encuadernados– que redactó para reclamar justicia, ayuda, colaboración o en defensa de acusaciones que estimó infundadas, Goñi recrea infinitos encuentros y sucesos de la vida de Miranda. Los servicios a la corona española los inició en Cuba en la época de la lucha por la independencia de las colonias norteamericanas y tras la toma de Pensacola en la Florida y otras acciones militares en las Bahamas y en Jamaica. Como resultado de esos servicios provino la acusación que habría de torcer definitivamente el rumbo de su vida puesto que lo colocó al margen del servicio al rey y en posición de fugitivo reclamado en todas partes por el gobierno de España. Es entonces que inicia en las nuevas colonias sus relaciones con los protagonistas de la historia, pues conoció y estableció vínculos, no sólo con altos ejecutivos, embajadores, generales, eruditos, presidentes y futuros presidentes de los Estados Unidos, sino que hizo lo mismo en Inglaterra, Francia, Alemania, diversos países europeos, incluido Rusia, de cuya zarina fue amante y recibió protección. De esa suerte llegó a convertirse en mariscal de campo de la nueva República francesa para verse involucrado posteriormente en acusaciones que estuvieron a punto de ponerlo en la guillotina y de la que salvó el cuello gracias a ese intenso epistolario que mantuvo y guardó siempre.
    Tal parece que la idea de emancipar a los países de la América del Sur tuvo su origen en los tempranos días de su visita a los nuevos Estados Unidos. Toda la complicada génesis, desarrollo y maduración del empeño del que será precursor queda detallada en los infinitos documentos que hemos mencionado. Del mismo modo los años de buscar y gestionar ayuda a su propósito, principalmente con los ingleses, destacado el caso del primer ministro William Pitt, a quien conoce desde muy joven hasta su muerte, pero también con los franceses y norteamericanos, incluidos los Adams, los Hamilton, los Washington y los Knox. Alguna vez ofrece por su ayuda, para nuestra mala fortuna, la suerte de algunas de las antillas, pero también la idea de construir el Canal de Panamá o la combinación de colores de las banderas de los países bolivarianos.
    Un golpe de suerte le ofrece la oportunidad de iniciar con algunos barcos y unos pocos hombres la lucha de independencia en Venezuela, que vislumbra desde México hasta el Cono sur con la gran Colombia y cuya capital piensa localizar en Panamá. La invasión napoleónica de España tuerce el rumbo de las cosas y se ve nombrado y reconocido por el cabildo de Caracas como “generalísimo” de un ejército inexistente, mal constituido y pobremente equipado. Él mismo asciende a Bolívar a coronel. Un mal paso, una cadena de equívocos y confusiones, terminan por hacer que Bolívar lo arrestre y lo entregue a los españoles. La suerte del precursor, de la presa más buscada por la Corona de España, no tuvo ya redención.


    Con el libro de Goñi asistimos como testigos de primera línea a muchos de los acontecimientos que generaron el mundo moderno, desde la vida en el sur de España y la política real hacia las colonias, la creación de la democracia norteamericana, los trasbastidores de la política imperial inglesa, la vida europea y rusa, y sobre todo, las luchas por el poder en los años oscuros y sangrientos de la república francesa. Ya se trate de figuras históricas de la talla de Thomas Paine, Robespiere, el mismo Napoleón, Dumouriez, la zarina Catalina II, Diderot, Potemkin, O'Reilly, hasta Mozart, ésos y muchos más pasan vivísimos y testimoniales por estas páginas, como si brotaran del libro. Todo ello queda recreado en vivo ante los ojos atónitos del lector. Y atravesado, también, por el espíritu infatigable de una idea que parece nacer en la demanda de libertad de la nueva república del norte y que transita entre la imperación y la urgencia de los amores fervientes la vida toda, hasta el último suspiro, de un hombre que pisó todos los grandes salones del mundo occidental, estrechó todas las manos, contó con la admiración de los más grandes, y no cejó jamás en el empeñó de ver libre una patria de la que se vio obligado a vivir ausente casi toda su vida. 
    Extraordinario. ¡Extraordinario!


Marcos 
Reyes 
Dávila

jueves, 29 de julio de 2010

Ayer se fue Choco


Ayer se fue...

     C H O C O


El perrito tendría unos días de nacido cuando comenzó a guiñarme con un ojo. Yo le hacía el guiño, y él respondía con otro de inmediato. Súbito el amor, lo pedí y lo traje a mi casa donde mi hijo lo llamó enseguida Choco. Era del color de la pulpa de quenepa, pero la menos amarilla. Y el año 1994.

Fue un dolor de cabeza durante mucho tiempo. Insistió en orinar en las patas de nuestro billar hasta que lo perdimos. Insistió en dormir dentro de la casa por más que quisimos mantenerlo en la marquesina. Mi hija tenía que tocarlo durante toda la noche para que se mantuviera tranquilo y dormido. Luego lo ubicamos en la terraza de atrás en lo que aprendía a controlar y ubicar sus impulsos. Fuimos acumulando obstáculos para impedirle el paso nocturno hacia adentro de la casa, y siempre los venció, aunque a veces lo hallaramos enredado en telas de alambre.

Con el tiempo aprendió hablar. Al menos a responder. Decía cuando quería salir a desaguarse o a cosas mayores. Respondía a instrucciones, a un no o a un sí. Adivinaba incluso las instrucciones. Sentía cuando se aproximaba por la calle en el auto alguien de la casa. Reaccionaba al sonido del teléfono si estaban los demás, pero no conmigo, porque en ese tiempo yo no oía el teléfono. Demandaba con precisión de reló su comida con un guau-guau, que repetía más fuerte si no le respondíamos con presteza.

Era un ser hospitalario y gregario. Saludaba a toda visita como si fueran las personas más importantes de su vida, especialmente si mediaba un bocado por debajo de la mesa. ¡Qué habilidad la suya para pedir una galleta o un hueso en dos patas, perfectamente erguido, casi bailando!

Tuvo una vida saludable, y un amor platónico con una perrita vecina a la que miraba largamente en dos patas desde la puerta-ventana de la marquesina. Le gustaba jugar a correr conmigo por toda la casa. Mi hijo lo apretaba mientras él le lamía toda la barbilla.

Dormía en la puerta del cuarto de mi hija, y cuando ella compró su propio hogar, no abandonaba su puesto al pie de su puerta cada vez que se quedaba en nuestra casa. También dormía a los pies de mi mujer si se acostaba en el sofá. Era especial verlo acomodarse justo debajo del movimiento inquieto de las piernas de mi esposa para aprovechar la caricia que se desperdiciaba de otra manera. Ahí, justo al lado de cada uno, pasó muchas horas de su vida.

Lo atemorizaban terriblemente los truenos y las navidades. Entonces la desesperación por salir del encierro lo hizo destruir varias puertas con las uñas. Incluso, aprendió a abrir la puerta de la sala de estar.

Tenía una gran habilidad para escurrirse. Le encantaba escaparse a la menor provocación cosa que nos preocupaba pues él parecía muy ingenuo para afrontar la vida fuera de la casa. Si alguien abría la puerta de la marquesina, él se escapa por el lado contrario del auto donde estuviera ubicado el susodicho para que no lo vieran.

Era casero por derecho propio, no callejero. Se le protegió de los autos que golpean ciudadanos de cuatro patas y colitas inquietas. Dormía sobre un edredón que sabía que era suyo y en el cual, a veces, se metía por debajo. Era el primero de los comensales en acudir a la mesa, especialmente en los desayunos dominicales cuando nos enseñó a todos a compartir juntos y la importancia de la unidad familiar.

En navidad, o en despedida de año, le obsequiábamos con frecuencia un enorme hueso de pernil al que dedicaba horas extra de trabajo enconado.

Al cumplir quince años enfermó de los riñones, vomitó toda la casa y tuvo que ser hospitalizado, lo que lo traumatizó bastante. Comenzó a ingerir una dieta especial y con el tiempo pareció recuperar parte del vigor perdido.

A los dieciséis años se puso decrépito y gruñón. Dejó de obedecer, de responder, comenzó a orinar dondequiera y a hacer también los regalos más pesados y apestosos donde se le antojaba. A veces, francamente, parecía, por la ocasión y el lugar, una manifestación de protesta.

Temblaba, parecía tener dificultad para caminar, para orientarse, se detenía de frente a las paredes, quieto durante ratos, tropezaba con los muebles, se balanceaba, se quejaba mucho, se peló el lomo de atrás, cerca del rabo, se lastimaba con dientes y uñas, le ladraba a algo o alguien a su lado izquierdo. Parece que ni oía y ni veía muy bien. 

Ayer se fue dormido en brazos de mi hijo. Diríamos que se perdió como aquel célebre unicornio azul, con su lección de vida, con su lección de muerte. La casa lo sabe muy bien.


mrd

viernes, 23 de julio de 2010

Creemos la 
ALIANZA ANTIFASCISTA 
de Puerto Rico

La posibilidad de crear una Alianza Antifascista puertorriqueña no debe descartarse. El peligro es tan real y patente, y la conciencia de estar ante la presencia de esa bestia está tan generalizada en los sectores más instruidos y conocedores del país, que la alianza se convierte en una necesidad. Su sola creación debe tener un fuerte impacto en y fuera del país.

Todo régimen colonial es, por su propia naturaleza, fascista. Pero no siempre se muestra con toda la crudeza y desnuda virulencia destructiva que vivimos ahora.

 
Pienso que la alianza puede estar constituida por personas que endosen la idea en su carácter personal, pero aspiraría a verla constituida por instituciones como el Colegio de Abogados, la APPU y la CONAPU, el Ateneo, la Asociación de Periodistas, la Federación y la Asociación de Maestros, la UTIER y demás uniones obreras, la HEEND, los frentes por la cultura, por la paz, los presos políticos y por el idioma, los artistas plásticos y de la música, las editoriales y librerías, las revistas culturales como EXÉGESIS, el Instituto de Estudios Hostosianos, los defensores del ambiente y los recursos naturales, las iglesias de labor social, los poetas, etc. No sé si le sea permitido ello a la Comisión de Derechos Civiles, y aunque no pueda hacerlo institucionalmente el Instituto de Cultura, sí sus empleados.

La dificultad será siempre la misma: los egos, la soberbia individual, y las
agendas secundarias. Pero es imperativo aprender a soslayar lo secundario para priorizar la agenda primaria que une. Sin unión no hay fuerza.

UPR reduce sueldo en más de 10 mil


UPR reduce sueldo  
en más de 10 mil $

Los cálculos de algunos colegas acerca del monto promedio de la reducción de sueldo anual producto de las distintas medidas tomadas por la UPR suman más de 10 mil dólares.
Mucho es, como quiera que se le considere. El empobrecimiento es la orden del día en la UPR. 
Pero el pronóstico es aún peor, pues sabido es que los recortes y las reducciones continuarán. A nadie le aplican juntas todas las malas noticias.

El empeño de la Administración no es lidiar con un déficit presupuestario:
es --y todos lo sabemos ya--  reducir la UPR
a un chinchal educativo típico de la Fundación Ana G. Méndez *,
desacreditarla, reducirla a la impotencia.
¿Luchamos contra eso o no luchamos?
¿Les permitimos morder una y otra vez, o resistiremos?

La resistencia personal, individual, es absolutamente inútil.
Nadie, absolutamente nadie, podrá quedarse al margen cuando todo se venga abajo.
Sólo la acción unida y concertada nos brinda una oportunidad ante la calamidad.

Todas las universidades del país deben defender a la UPR
porque el impacto de su destrucción caerá sobre todas.
LA UPR eleva la calidad de la educación en Puerto Rico.
Destruirla, la reducirá en todos los ámbitos.
Además, es hora ya de crear una  
ALIANZA ANTIFASCISTA.
La bestia del FASCISMO, que pretende reducir a la anomia a la UPR, 
es enemigo de todos.

---------------------
* No es mi intención insultar a los compañeros docentes de las universidades méndez, sino a la política administrativa impositiva y comercial que impone a todos, su alteza, Pepe Méndez.

Marcos 
Reyes 
Dávila

jueves, 22 de julio de 2010

Kafka, WALL-E y Fortuño



Kafka, 
WALL-E 
y Luis Fortuño
    


 

Después de todo, parece que Mayra Santos Febre estuvo acertada al vincular su carrera y su prestigio con Luis Fortuño y su Primera Dama. Hoy al despertar, tomé repentina conciencia del hecho al percatarme de la enorme dificultad que encontré al intentar levantarme de la cama: me había convertido en cucaracha, igual que el personaje de Kafka en “La metamorfosis”. Mas pronto me percaté de que no era un fenómeno personal, sólo mío: todos a mi alrededor, el país entero se había convertido, por resolución legislativa y decreto ejecutivo, en cucaracha. Eso hace que Fortuño supere con mucho, francamente, al propio Kafka.

Gregorio Samsa se convierte en cucaracha como resultado de un proceso de deshumanización y enajenación que es consubstancial con el capitalismo. De manera que no es de extrañar que habiéndose situado Fortuño como paladín americano del neoliberalismo de los empresaurios, haya desbordado la imaginación de Kafka. Y tanto, que haya superado en náusea y peste a los premios nóbel de ese existencialismo que prendió incontenible tras el absurdo, la angustia y la desesperación de la posguerra. La peste, de hecho, se siente nítidamente desde La Fortaleza y el Capitolio de la basura hasta Mayagüez. Gracias a TuTV, viaja vía satélite a todo el mundo. (De paso, puede añadirse que superó además con su propia versión a "Los miserables" de Víctor Hugo.)

Ante la comprobación indudable de que el nuevo Fin del Mundo que anuncia ahora el Jesucristo Hombre puertorriqueño coincide con este cuatrenio de Fortuño y el calendario maya –2012– , me consuela la certeza de saber de que al holocausto sólo lo sobrevivirán las cucarachas. Yo lo vi en WALL-E.




Marcos 
Reyes 
Dávila

sábado, 17 de julio de 2010

Arqueología del verde de tu nombre -Poesía


Arqueología del verde 

de tu nombre
                                   

No sé si descubrí tus ojos
al despertar
o si me llevó a ellos
el colibrí peregrino de un sueño

No sé si fuiste jade
o eres quetzal
No sé si eres
o si eras
quien rondaba mis espacios
y mi tiempo sibilante
como lo hiciera
una sombra de luz enharinada
Pero si sé
que te anunciaba el tucán en lo alto
y el aleteo del agua en el embarcadero

Te presentía el río en la frontera
y la niebla entre las rocas
cuando te trajo el viento
Todo en mi entorno
   –todo– 
era tu huella

 

Para llegar a ti
y para enredar tu sombra
para desempolvar tus huellas
y recobrarte aguas
tuve que recorrer abismos
atravesar la mar incógnita
laberintos de sombra
laderas que no se hicieron para una sandalia
azote de ventiscas
deglutirme en el intestino mismo
de los truenos
trazar desnudo
y descalzo
la ruta de las sedas
Más te hallé encandilada
en medio de la selva
Más allá del río y las cascadas
Alto donde el aire encanece de frío
y acurruca las cabañas
En las ruinas de piedra
estabas escondida
y muda como estás
detrás de las ventanas
En la inquietud del aire
En el vino de la nostalgia
En el espejo invisible
donde te encontré
coloreada por la brocha
casi soplo de flor
casi ese fósil de luz
que tocaba luminoso mis espátulas
Ese fósil de tu gracia
y tu alegría
atrapado en el espectro de un vitral
pigmentado en cantos
y escrito en sangre
es decir, en sánscrito
el sánscrito de mi huella dolorida
notariada igual que una partitura 
                       

 
No sé si eres
mas sí sé que fuiste
Quedas ciudad
en medio de la selva
quedas templo
en medio de la ciudad
quedas cúspide
en medio del templo
quedas piedra
en la cúspide del templo
La piedra roja
de mis sacrificios
sangre y agua de las quebraduras
quebradura del cántaro
que le cantó ayer
y cantará siempre
La piedra milenaria en la palabra
Esa palabra que unge
todas las frutas y las flores
del mercado
para esa mujer emplumada
y no acaba nunca

 

Quise ser astrólogo para tus ojos
y arqueólogo
del bermejo mohíno de tu boca
Quise ser el ornítologo capaz
de rastrear las plumas de tu cuerpo
para regresarte los pasos
la avenida grana de tu ocaso
el frescor del despertar
la noche que cobija
el saludo en la avenida
los pájaros de la calzada
el agua de la fuente
las frutas del mercado
el canto interminable
del ruiseñor de aquella tarde
la rosa roja de un deseo
Y grabar sobre aquel
trazo encarnado del turpial
un poco de mi sangre
como sobre una hoja de nogal
escribí el verde de tu nombre
Ese turpial que me acaricia
      siempre
            e interminablemente
como el mar a la playa
                   
 
Tú traes las velas, amor
que engrandecen el cuerpo
con el cielo
Traes los maderos
y el combustible presto
Yo pongo sólo el fuego.

Marcos 
Reyes 
Dávila

viernes, 16 de julio de 2010

¡Que viaje hasta Fortuño el dolor del mundo!

A propósito de la bofetada de la UPR al Supremo,
los Juegos y la Ley 7...



¡Que viaje hasta Fortuño
 
todo el dolor del mundo!


Que los Síndicos y el Presidente de la UPR acudan al Tribunal Supremo
evidencia al menos algunas cosas:

1. Quieren prolongar la guerra en la UPR;

2. Quieren eludir a la justicia y la imparcialidad del tribunal superior donde su mezquindad y su incompetencia los ha derrotado repetidamente;

3. Quieren colocar sus asuntos en manos del caucus del partido de un Tribunal Supremo incondicional a ellos;

4. La acción, clonada de la de Rivera Shatanás, es una de las bofetadas más vergonzosas y humillantes que jamás haya recibido tribunal supremo alguno en el mundo;

5. Al gobierno neoliberal PNP sólo le importa la salud financiera de sus ricos empresaurios, no el dolor de la gente sin recursos;

 

Los motivos para continuar la resistencia y la guerra en la UPR no terminan:
ellos siguen echando leña al fuego porque quieren destruir la UPR.

Los motivos para asistir a la Gran Marcha del domingo 18 de julio aumentan con sus acciones.

A
la misma vez que reclaman tregua y paz deportiva, aumentan los motivos de reacción del pueblo de Puerto Rico en víspera de esa Gran Marcha y de la Inauguración de los Juegos de Mayagüez.

Pero nada dicen de la pérdida de derechos adquiridos,
de la pérdida de empleos declarados otrora permanentes,
de la pérdida de sueldos y jornales,
la pérdida de la jornada de ocho horas,
la pérdida del pago de horas extra,
la pérdida de los sindicatos,
la pérdida de las procuradorías para los ancianos, la mujer, los niños maltratados, sus principales víctimas,
la pérdida de médicos de emergencia y del Hospital Pediátrico.

Que los huesos rotos en cada accidente de tránsito viajen hasta la cara de Fortuño

y su destino,
Que viaje hasta Fortuño y su destino cada trauma,
Que viaje hasta Fortuño y su destino cada hambriento,
Que viaje hasta Fortuño y su destino cada soga del desesperado,
Que viaje hasta Fortuño y su destino cada infante prematuro,
Que viaje hasta Fortuño y su destino cada niño maltratado, asesinado, enfermo de riñones, corazón, diabetes, cáncer.

¡¡¡¡QUE VIAJE HASTA FORTUÑO TODO EL DOLOR DEL MUNDO!!!!




Marcos 
Reyes 
Dávila,
hijo de Manuel y Sarah
 

jueves, 15 de julio de 2010

Gobierno quiere destruir la UPR



A bregar con el hecho...
 

Gobierno quiere destruir la UPR

Los analistas de Fuego Cruzado no entienden, no quieren creer, no comprenden, que el gobierno de Fortuño y la Administración de Ygrí Rivera y De la Torre quieran destruir la Universidad. Es duro aceptarlo, sin duda.

Sin embargo, nada es más incontrovertible, nada más evidente, nada ha quedado demostrado con más saciedad de incompetencia, mala voluntad, saña y violencia.

Las razones las hemos expuesto ya en trabajos anteriores. Quizás no subrayamos lo suficiente la parte que en ello cumple la deuda millonaria que el gobierno de Fortuño tiene con la Fundación Ana G. Méndez, la misma que cree prestigiarse con el nombre del corrupto más grande de la historia de Puerto Rico, Pedro Rosselló, y del Dr. Daddy Yanqui.

Doctor Honoris Causa de la Universidad del Turabo, la misma de Rosselló.

Lo que ignora el país es que además nombrarán a Daddy Yanqui Presidente de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española. ¡Cuánto han rendido los ripios de gasolina de su reguetón!

José Ramón de la Torre pasará a la historia con un rarísimo mérito que nadie le podrá negar: será el Presidente de la UPR que quiso extrangular a su propia Alma Mater. Lo guarde en la gloria Mona Marti, si la vergüenza se lo permite a ella.

Los demás, los que quedamos, tenemos que mucho defender.

"¡Venceréis, pero no convenceréis!
Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: la razón y derecho en la lucha
", le gritó Miguel de Unamuno al mísmísimo general Millán Astray y la falange fascista española que, armada de

ametralladoras, gritaba a su vez "¡Muera la inteligencia!" en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca.

Armados de aquella proclama de Unamuno declaramos que no pasarán sobre la tierra en que rumian sus sueños nuestros abuelos y donde tejerán los suyos nuestros hijos y nietos.

¡No pasarán!

La fuerza vital unge el planeta entero y ha hecho rebrotar la vida tras cada edad de hielo azul y cada extinción masiva.

La libertad es un modo, absolutamente indispensable, de vivir. -Hostos

¡Luchamos por la vida!

Marcos 
Reyes 
Dávila

miércoles, 14 de julio de 2010

Sólo merece la libertad



Enderezando la visión torcida
 
Sólo merece la libertad 
quien lucha por ella cada día


Decían los libertadores de la América nuestra que nuestros países, antes de la independencia, eran niños.
    Hostos, como luego también Martí respecto a Cuba, negó incluso que Puerto Rico hubiera nacido. (“El cadáver de un país que no ha nacido.”)
    Martí anotó en “Nuestra América” que el aldeano vanidoso creía que su aldea era el mundo entero y, por lo tanto, no sabía del peligro que cernía sobre él el gigante de afuera.
    Hostos no dejó de señalar que el “derecho no ejercido” no existe: “no es derecho”, dijo. ¿Recuerdas?
   
    Todo esto vino a mi mente en un mismo instante al atracar mi pensamiento a la deriva en la idea que sigue.
 
    Pensamos, como los niños, que el bien, que el buen sentido, la sana intención, predominan en el mundo y le dan su sustancia. 
Pensamos que el confor es natural. Que habrá comida siempre, trabajo, salud. Creíamos, aún mayorcitos, que la permanencia en el empleo era, en efecto, permanente, es decir, perpetua. Creíamos que la democracia, que el voto, que el servidor público, que el policía protegía al ciudadano, que el estudio, que los derechos del ciudadano, que los derechos humanos, que la libertad era tan natural como el viento de la tarde. El puertorriqueño, dicen varios estudios, se cree el más feliz y satisfecho de la tierra a pesar de la drogadicción rampante, la criminalidad galopante, la violencia doméstica, el altísimo desempleo, los suicidios, y las familias desintegradas.
 
    Y ocurre que todo eso es falso, ¡y hace falta decirlo! Antes bien, es todo lo contrario. El gobierno de Fortuño le ha abierto los ojos al país. No es el bien, sino el mal lo que ronda en las esquinas, no hay sana intención en los empresaurios, no hay sino migajas inconexas de verdad en los políticos, no hay intención de aconsejar ni cumplir en los contratos de asesoría, no hay intención de ser imparcial y justo en el juez ni en el Tribunal Supremo, todo lo corroe el tiempo, no hay partida alguna de mantenimiento, los contratos no obligan al gobierno, el gobierno no le sirve al ciudadano sino a sí mismo, no hay permanencia, no hay negociación honesta, los educadores son arzobispos de la mentira y el engaño, la comida se encarece, los sistemas de salud se
desmantelan, se saquean los ahorros para las pensiones de los jubilados y los viejos, el servicio público no vale un chavo, la “democracia” legisla en secreto y a puertas cerradas en los bancos, el voto caduca en unas horas, el policía golpea, patea y te echa pepper spray –¡húyele!, ¡huye!–, los estudiantes son revoltosos y criminales, los derechos humanos se violan en la casa de las leyes, los derechos del ciudadano se violan en el Tribunal Supremo: la libertad está asediada por la bestia del fascismo que conducen los empresaurios.
 
    Acabo de pintar la realidad puertorriqueña en el 2010. Y ahora comprendo.
 
    Ahora comprendo porqué hablaban los libertadores de los pueblos niños antes de la independencia, y porqué respondió Hostos en la aduana brasileña que no tenía patria. La libertad sólo la goza quién la conquista en la lucha. Y sin libertad no hay patria. Lo normal no es el confor y el orden, sino el caos, y el desorden, pues la bestia de los empresaurios nunca duerme y nunca muere. El “aldeano vanidoso” de Martí no vivía alerta ante la segura visita de la bestia gigante. El fascismo, ideología del capitalismo antisoviético y postsoviético, desde luego, instrumenta la represión necesaria para desmantelar al estado benefector capitalista que contuvo la marea revolucionaria en Occidente mientras duró la amenaza socialista. Ganamos más con muchos desempleados, ganamos más quitando beneficios, ganamos más quitando permanencias, ganamos más quitando retiros y pensiones, ganamos más con los ciudadanos no educados manejables y engañables, ganamos más si reducimos todo al estímulo primario del instinto individual totalmente controlable, ganamos más sin oposición ni reto, ganamos más si reducimos sueldos, ganamos más si no pagamos tiempo extra, ganamos más si privatizamos hasta el agua, ganamos más ...
 
    Sólo merece la libertad quien lucha por ella cada día, cada día, cada día...






Marcos 
Reyes Dávila, 
hijo de Manuel y Sarah

Clínica de doctores


Clínica de doctores

    Con fuerza de soles apuntó en una ocasión José Martí:

    "Un pueblo no es un banquete, puesto a toda hora para nuestro gozo, con sus entremeses de fuegos artificiales, sino una masa de esperanzas y dolores, de vileza que se ha de sujetar y de virtud que se ha de defender, de ignorancia apasionada y luces e instintos que la salvan y dirigen, de hombres a quienes se ha de querer y servir como sirve el médico al enfermo que le muerde las manos.

    Hablaba Martí, deslumbrante, del servicio al pueblo, que es la patria, con un orgullo del sacrificio que lleva consigo el servicio público que nunca podrán comprender los legisladores y consultores de esta época.


    Pero no quiero hablar en este momento de políticos, sino de doctores. Un proyecto de ley se presentó en Puerto Rico para regular las citas médicas, de modo que se cite por hora y no por orden de llegada. El sistema por orden de llegada es lo que permite un caudal de torturas que se le impone al paciente sobre la dolencia que lo lleva al médico. Desde las listas interminables que antes de abrir las puertas reclaman desde la madrugada un turno de atenciones en los consultorios. No es extraño ver en oficinas de urólogos, por ejemplo, cerca de un centenar de pacientes a la espera, con infección en la vejiga o la próstata, esas urgencias urinarias frecuentes, dolores, fiebre, diabetes y artritis. Una oficina de un prominente endocrinólogo con tres diferentes salas y otro centenar de pacientes.

    Llamamos a un gastroenterólogo porque el estómago no admite ni un sorbo de agua tras haber estado en una sala de emergencia, y recibimos una cita para una o dos semanas más tarde. ¿Cómo deberá sobrevivir uno hasta entonces?

    A todo nos acostumbramos en Puerto Rico. Y tomamos lo absurdo con normalidad.
No puede ver uno al médico cuando tiene fiebre o tiene un dolor: debe ir cuando el médico quiere, tenga o no tenga entonces fiebre o dolor, o haya fallecido en la espera, pues a veces las citas para consulta se proyectan para varias semanas más tarde.

    De niño, mi padre me llevaba al médico cuando me sentía mal. En las oficinas había una enfermera, y a veces incluso, un pequeño laboratorio que le permitía al médico hacer un cotejo rápido de la orina y de la sangre. Salíamos con un diagnóstico, una receta, quizás una inyección y medicina en la forma de esas muestras que cada día le llevan los propagandistas.

    Hoy día ese servicio sólo se asemeja al recibido en las salas de emergencia.
   
    Hoy llamé a mi gastroenterólogo porque me puse grave en el fin de semana, fui a emergencias, salí, y varios días más tarde aún no tolero bien ni un poco de papas majadas sin mantequilla a pesar de zantax. Tomar dos tylenol para el dolor de cabeza es imposible sin sentir una puñalada. Pero la secretaria del gastro no me dio alternativa. Tengo que esperar una semana para ver al doctor.

    Si alguien comprende esto, si esto no es un abuso contra el que padece, sino es un orden absurdo y sin sentido, quédese callado. Los demás, protesten, y muerdan la mano. 

    Tanto se desarrolla el país, tanto se enriquecen algunos, tanto adelanta la tecnología, y el servicio al público que lo necesita empeora sin cesar. Para todo eso sí ha servido muy bien la legislatura de Puerto Rico.

   Una película protagonizada por William Hurt --"The doctor"-- intenta hacerle ver a los médicos el punto de vista del enfermo. Mientras, ¡qué Dios nos libre del Dr. House!

mrd

viernes, 9 de julio de 2010

Puerto Rico en llamas



¿Será la hora de los cacerolazos en Puerto Rico?

Puerto Rico 
            en llamas
 
En la tarde de hoy, viernes 9 de julio de 2010, la mayoría del Partido de gobierno en el Tribunal Supremo de Puerto Rico, mayoría que compró sus asientos en el tribunal vendidos por el partido en el poder a cambio de decisiones favorecedoras a ellos, determinó incautarse de unos reclamos sometidos por un senador del partido opositor en reclamo de la libertad de prensa y del derecho del pueblo de Puerto Rico a estar presentes en las sesiones legislativas para que no se legisle a sus espaldas y en cuartos oscuros. No hay fallo aún, mas nadie tiene duda de cuál será. La prueba la veremos en sólo unos días, una vez salga el fallo ¿inapelable? del tribunal. El Tribunal Supremo en Puerto Rico es el caucus de un partido político con hambre dictatorial y fascista.

    Es precisamente esta ausencia de justicia, esta orfandad en la imparcialidad de los procesos judiciales vendidos y/o comprados, según se mire, uno de los factores que más contribuyen a la sensación de desamparo que vive el país, y que radiografía y verifica la dictadura fascista que se levanta imponente en Puerto Rico ante los ojos del mundo, y del mismísimo Obama, jefe del estado que ejerce un poder colonial sobre Puerto Rico y, por lo tanto, responsable directo de la dictadura que sobre el dominio colonial ejercen los intermediarios nacionales del regimen norteamericano.
 
    En la Universidad de Puerto Rico en Humacao, ayer, al reinicio del semestre tras la huelga universitaria, las compañeras profesoras del Departamento de Español se expresaron en una reunión del departamento con aire de extrema gravedad acerca de la crisis que vive el país entero, pues bien sabemos que la crisis universitaria se vincula directamente con la otra. Dos de ellas hablaron con alarma profunda de cómo veían levantarse en Puerto Rico la bestia de una dictadura fascistoide que creyeron haber dejado atrás, como un recuerdo terrible, en el franquismo y el pinochetismo de sus países de origen. Otra detalló entre sollozos parte de las experiencias vividas en la represión policiaca contra los manifestantes en el Capitolio del primero de julio de 2010, en la que estuvo presente, y donde presenció escenas de horror y espanto que exceden lo publicado en los medios del país.
 
    Ayer oía a Gabriel Laborde, presidente del Consejo de Estudiantes de Río Piedras, contestar preguntas en un medio radial y expresar el aparente sinsentido que reina en el país y en la universidad, pues todo luce y da señas de que el gobierno desea desprestigiar la Universidad de Puerto Rico, hundirla en el caos, desacreditarla, reducirla, humillarla, postrarla, desmembrarla quizás, perder intencionalmente los fondos de las becas federales, ponerla por debajo de las universidades privadas, particularmente, de los recintos de la Fundación Ana G. Méndez, principal aportadora del gobierno anexionista de turno, en lo que luce que es mucho más que un conflicto de intereses: una traición al país. ¿Cómo es posible que una administración universitaria –cuerda– pretenda y busque tales atrocidades propias de la falange española o del general Videla de Argentina que deseaban, según lo expresaron de manera concreta y explícita, ver morir la inteligencia? ¿Cómo es posible que se pretenda mejorar los ofrecimientos de salud despidiendo decenas de médicos y vaciando las oficinas administrativas de apoyo? Lo mismo ha hecho el gobierno en todas y cada una de las agencias públicas.
 
    Me recordaron varias compañeras un artículo publicado en EXÉGESIS (número 45 del 2002) titulado “Argentina en llamas”, de Tomás Saraví, sobre la crisis profunda que vivió ese país aborde del abismo. Me lo recordaron por encontrar en él paralelismos extraordinarios con la situación que se vive hoy en Puerto Rico. Dice Saraví en los primeros dos párrafos lo siguiente:
 
    “Las escenas que a diario se transmiten por televisión o por la prensa escrita, o los informes radiales, no muestran ni una milésima parte de lo que realmente sucede en la Argentina. La hambruna adquiere características gravísimas. La salud popular se ha descalabrado. La educación está prácticamente detenida en los sectores populares: muchos alumnos se desmayan por hambre en las aulas. Los suicidios aumentan. La desocupación se multiplica. Las cifras de pobreza extrema cada día pegan mayores saltos. La solidaridad internacional se pone de manifiesto por el envío de alimentos y medicinas por parte de algunos países hermanos. En el orden interno, se trata de atenuar con ollas populares el hambre del pueblo.
 
    “Una vez más, los medios de comunicación se quedan cortos en mostrar lo que realmente sucede, aunque las imágenes y las noticias han alcanzado a sobresaltar al mundo entero. La pregunta generalizada es: ¿cómo pudo destruirse el antiguo granero del mundo? Los economistas gastan su tiempo en sesudos análisis del estado de los pagos del país ante sus acreedores internacionales. Abundan las referencias a tasas de cambio, tasas de interés, estado de las Bolsas, actitudes de los organismos internacionales de crédito... Ese es, sin duda, el lenguaje del sistema para distraer a la gente de la situación real. En las calles, en las plazas, en los caminos, millones de familias argentinas muestran su angustia por medio de carteles que ponen de manifiesto su estupor y su protesta. Y su desesperación, porque se han visto reducidos, no a un menor nivel de vida sino, directamente, al hambre, la enfermedad y la muerte. Se tratará de mostrar en este artículo cuáles han sido las causas profundas de esta crítica situación. En rigor, son dos las grandes corrientes que han confluido para generar el caos” (pág. 7).
 
    Saraví hace un recuento de los orígenes de la crisis que se remonta a los inicios de la dictadura militar de 1976 (hasta 1983), pero que la desbordan, pues la crisis se prolonga hasta principios del siglo XXI. Es decir, que si bien las causas parten de la política neoliberal que adopta servilmente la dictadura de las armas, para entregar la riqueza del país a las multinacionales extranjeras, esa misma política traicionera que desmontó la economía nacional, disolvió la industria y los sindicatos, privatizó la riqueza nacional a precio vil, fabricó los elevados “deficits”, congeló las jubilaciones y las pensiones, bajó los salarios, desprotegió a los trabajadores, redujo las indemnizaciones, aumentó la pobreza general a la misma vez que concentró la riqueza, esa misma política continuó inalterada tras el regreso a la democracia de Alfonsín y Memen, que curiosamente perdonaron los crímenes abominables cometidos por la dictadura. ¿O sería que la misma dictadura se disfrazó, trocando sus uniformes militares por los trajes de bancario del Fondo Monetario Internacional de sus presidentes y ministros?
 
    Llegaron finalmente las protestas multitudinarias por todo el país, protestas que apuntan “a la desolación del ser humano ante la impotencia frente a engranajes antihumanos que unen la falacia burocrática a una nueva concepción del mundo basada en el permanente engaño y en el desprecio del otro” (11).
 
    A la vista saltan diferencias entre el caso argentino y el puertorriqueño. No podía ser de otro modo. Sin embargo, los paralelismos exceden la simple coincidencia.
 
    Otro artículo publicado anteriormente a éste, también en EXÉGESIS, viene a mi memoria. Me refiero al artículo del catedrático español de Filosofía del Derecho, Francisco Javier Caballero Harriet, titulado “Estado, Derecho y globalización” (núm. 35, 1999: 11-23. Puede leerse en http://cuhwww.upr.clu.edu/exegesis/35/caballero.html ). En este trabajo Caballero Harriet , sin dejar de apoyarse en Weber, Marx, Habermas y otros, para buscar derrotero definitivo en Wallerstein, traza los cambios económicos, político-sociales y filosóficos que generaron las fuerzas capitalistas para transformar la sociedad feudal y luego, la propia sociedad capitalista, para encontrarse de pronto frente a una especie de retorno, un neofeudalismo, que a juicio de Wallerstein pudiera ser una de las opciones probables del porvenir. Los acontecimientos que se generan tras la caída del bloque soviético y que con tanto triunfalismo proclamaron el “fin de la guerra fría”, nos colocan en sociedades que reducen al “individuo-ciudadano”, sujeto a derechos y libertades político-sociales en “individuo-consumidor” que vive la “ilusión de la libertad en el mercado” (17). Las nuevas democracias occidentales no obedecen al modelo de auténticas democracias participativas asociadas no sólo a elecciones libres y al ejercicio pleno de la libertad: obedecen a un modelo de control social más autoritario, fundamentado en la eficacia y en el recorte de las libertades civiles. El nuevo modelo le quita al estado la regulación económica y la devuelve a factores del mercado desligados del sentido de justicia y marginación de la ciudadanía.
 
    Dios es el mercado. Y el mercado promueve guerras focalizadas en intereses económicos, con represión y aumento masivo de la migración, nuevas formas de esclavitud, “con formas de vasallaje en el que mujeres, niños, inmigrantes, y marginados son los principales víctimas” (18), y “soberanías parceladas” y “jerarquizadas”.
 
    La opción, y quizás complemento al neofeudalismo, es el “fascismo democrático”, según Wallerstein. “Dicha fórmula implicaría una división del mundo en dos estratos, casi dos castas, una de las cuales, la de arriba, incorporaría tal vez a un quinto de la población mundial. Dentro de este estrato podría haber un alto nivel de distribución igualitaria. Basado en tal comunidad de intereses en el interior de un grupo tan grande habría fuerza suficiente como para mantener al restante 80 por ciento en la posición de un proletariado trabajador totalmente desarmado. El nuevo orden mundial que Hitler tuvo en mente era algo parecido. Fracasó, pero es que entonces se definió a sí mismo en términos de un estrato superior demasiado escaso” (23).
 
    Estamos ante la explicación plausible y coherente de un fenómeno que aparece ante nuestros ojos como un “sin sentido”. El capitalismo restaura los factores salvajes de su origen dando marcha atrás a las conquistas sociales que levantaron un estado benefactor que pudiera darle freno a las demandas del socialismo. Pero descartado el socialismo, las fuerzas brutas del mercado regresan con su afán devorador, incansable e insaciable.
 
    La crisis en la Universidad de Puerto Rico es sólo el síntoma de una crisis del estado tomado por los empresaurios en el mundo postsoviético. No habrá defensa para nadie aislado. Uno a uno y sector por sector será aplastado. A nadie temen: comenzaron en Puerto Rico nada más y nada menos que con el Colegio de Abogados.
 
    Es necesario unirnos, rescatar la democracia verdadera como clamó Saramago en el Foro Social de Brasil hace algunos años, o someternos al vasallaje y la pobreza. La lucha será durá.   
 
    ¿Llegará la hora de los cacerolazos en Puerto Rico?

 
Marcos 
Reyes 
Dávila
   

    

miércoles, 7 de julio de 2010

Aquelarre de la ausencia

    Aquelarre de la ausencia                   

                                    “La lógica de la nostalgia”.
                                       Rodrigo Quesada Monge

A veces basta   
la fragilidad
de un instante
para que se hagan presencias
las ausencias
en una mirada perdida                                   

A veces llegan de pronto
como una pluma que se concretara
entre las manos
llegada de la nada
Otras veces llegan con sigilo
Como un descuido
Como una vela que flotara
viniendo desde lejos
desde el más desatendido
de los presentimientos
huérfano en el aire o galopando
pintando trazo a trazo
su presencia

A veces nos atizan mudos    
como una fotografía que camina
A veces acarician
como una sombra
en la calzada peregrina
A veces muerden
con el beso de hielo
de un pecho estrujado
A veces estallan
como un júbilo de amor acorralado
o como una luna
que irrumpiera de pronto
en la oscura incertidumbre de la noche

Lo vivido canta fuegos
Fuegos de luz y de sombra
Y sin embargo
nunca es temprano
para recordar el trino pelirrojo
Para sentirlo
como un celaje a ras de piel
como un colibrí que sorprende el corazón
o ese soplo que desembarca
uno a uno
los abarrotes de esta bodega
donde llueve cada tarde
y donde florecen
margaritas y trinitarias
de más de medio siglo

Basta con un poco de canela
en una mañana de lluvias
Basta con un ayer de sepias
un érase una vez
o la huella de una sombra
para que a Marco Polo
se le pueblen los mares de Venecia
con juncos chinos
y a Irving lo secuestre una princesa
en una torre de La Alhambra

Para mí
basta despertar
Basta dormir
Basta el silencio del mar
en la mañana
para quedar enredado como un visir
desde siempre y desde lejos
en las mil y una historias
y amapuches
del amor y sus moluscos

La nostalgia oscurece
o reverdece
los campos
requinta el corazón
y colorea las imágenes grises
mientras te envuelve
en una nube tierna de pájaros

Sí. La vida está abarrotada
de ausencias
No transcurre solo el hoy
Todo el ayer traspasa la sabana
como un río de pasos perdidos
que nunca termina
Todo es huella de un ocaso
frente al mar de lo vivido
Todo hoy se asoma a buscarte
como una garita a viento abierto
en el olvido

De cada libro de fotos
se desprenden voces lejanas
que aman o  sueñan
de ira o de quebranto
de vidas que marchitó
la luz primera de una aurora
Palabras que se esconden impenitentes
en las cacerolas
en los espejos y pañuelos
en las copas y los quesos
en un caldo o una avena
en el café y las naranjas
en besos con olores de jazmín
y de gardenias
en la palabra amputada
de un adiós
de un nombre
una flauta
de una canción que desgarra
migajitas de alma
La melancolía es
la lógica de una nostalgia

Lo vivido canta fuegos
de luz y sombra
en el aquelarre de la ausencia
como una luna que irrumpiera de pronto
en el mar de los olvidos
que fuera arrimada con nosotros
como un fardo
un lastre a veces
una mochila de útiles
un sabor agridulce
que todo lo corre y lo recorre
un párpado

en fin
caído en gracia

Gracias gracia
me digo que te digo
Gracias por tus cuentos.






Marcos 
Reyes 
Dávila
Related Posts with Thumbnails