miércoles, 23 de febrero de 2011

Homenaje al Fascismo en Puerto Rico

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Puerto Rico: 
Un país que se suicida

Sentido Homenaje
al Fascismo


Ayer me llevé una enorme sorpresa en dos de mis cursos. Discutía con mis estudiantes el famoso “Memorial al Presidente y al Congreso de Estados Unidos” de 1914, escrito por José de Diego y aprobado por la Cámara de Delegados de Puerto Rico, sobre el proyecto presentado en Wáshington para declarar ciudadanos americanos a los cuidadanos declarados previamente, en el 1900, por la Ley Foraker, puertorriqueños.

Al final del documento, como se sabe, De Diego utiliza una hipérbole que prefigura la que construirá Corretjer mucho después en su poema “Boricua en la luna”. Dice el documento que siendo los puertorriqueños creyentes en Dios, si hubiera una ciudadanía del cielo que se nos ofrecería en cambio de la nuestra, “vacilaríamos” en aceptarla y “nunca lo haríamos hasta después de muertos”.

Intentaba mostrar la significación de esa expresión con la nota de humor e ironía que la matiza cuando una estudiante me dijo que no comprendía, porque ella aceptaría esa ciudadanía ahora mismo. Intenté despertarla hablándole de la vida como un proyecto hermoso, de la ambición tierna de soñar con hijos y nietos y otras cosas, pero se mantuvo en su punto.

Intrigado, opté por consultar al pleno de la clase. Para mi sorpresa, la mayoría sostuvo su posición alegando que vivir como están las cosas no tiene sentido.

Esta experiencia, atroz para mí, se repitió en una segunda clase.

El asunto no es que se trate de una juventud saturada de fe y amor del cielo, sino de un desengaño tan grande que, en plena juventud, y aún antes de estrenar el terreno del reino de este mundo y las maravillas del amor, la solidaridad y la ternura, desprecia la vida.

Llegué a mi casa anoche tan abatido, como un globo desinflado, que no pude escribir estas líneas que me perecieron urgentes.

Es tan grande la destrucción moral que el fascismo, la dictadura, la represión colonial, la destrucción y derrumbe de todo nuestro entorno, realiza en nuestro país, que aquella nación que hace un lustro o dos decía ser la más feliz del planeta ha acabado por ser la más infeliz.

Pérdida está toda esperanza. Pues lo más grande y significativo del hecho es que no hablo del puertorriqueño promedio, sino de una parte de nuestra juventud universitaria.

¡¡¡Qué inmenso daño nos ha hecho Fortuño, Rivera Schatz, Figueroa Sancha, Ana Guadalupe, Ygrí Rivera, Fusté, Jennifer González, José Ramón de la Torre y los posmodernos del país.!!! 

¡¡Cuán grande es la amputación del espíritu que estamos viviendo en Puerto Rico!!

Este MONUMENTO ES PARA USTEDES:

Marcos 
Reyes 
Dávila

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