martes, 15 de febrero de 2011

¿Fungir como docentes?

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¿Fungir como docentes...
      en esta UPR?


Carlos Pabón ha escrito una columna proponiéndole a los docentes dar la espalda a todo y a todos porque la huelga ha sido según él ineficaz, para volver, sin más ni menos, a los comités y demás espacios tradicionales.   
¡Atónito quedo! Siga hablando con Ygrí y Ana Guadalupe, a ver qué consigue trabajando en los comités de ellos, profesor Pabón. 
 
Más atónito aún me deja que lo publique 80grados.
¿Se lo habrá enviado 80grados a las organizaciones de estudiantes, a las estudiantes manoseadas, a los golpeados, a los ensangrentados, a los asfixiados por los gases, a la monja que le dijo fascista a la policía, a los medios internacionales que se han solidarizado con la lucha nuestra, a la APPU y la CONAPU?...

Yo sólo le respondí:

Una oda, parodia es quizás mejor, de la autoderrota.
 
Olvida Pabón los éxitos de la primera huelga de abril a junio en términos de proyección y apoyo público, artístico y de medios, así como la intervención del tribunal;
 
olvida Pabón que miles de personas hemos visto vencer la creatividad estudiantil en esta huelga una y otra vez, y hemos llamado a eso cátedra y respeto;
 
olvida Pabón que los estudiantes han acorralado una y otra vez al gobierno, los han puesto repetidamente en evidencia, los han obligado a utilizar la fuerza bruta, los derrotaron con la renuncia de De la Torre, con la crisis en las filas del gobierno y la propia Junta De Síndicos que tuvo que ser aumentada;
 
olvida Pabón que la ineficacia no puede medirse en términos de triunfar de una vez y por todas porque eso nunca ocurre;
 
olvida Pabón que eso de asumir la docencia es una rendición, es una humillación, es una entrega a un foro donde nuestra aportación y consejo carece absolutamente de importancia porque sólo vale para ellos la fuerza y la política oficial;
 
olvida Pabón que si la APPU y CONAPU no pueden hablar por los docentes, aunque representen a centenares de profesores, entonces ¿quién lo hace?;
 
olvida Pabón que nadie puede hablar por los docentes desde sus propios pantalones;
 
olvida Pabón que si los docentes no han podido ser más efectivos es precisamente porque muchos profesores actúan como francotiradores a todo lo que se mueva, sin solidaridad de clase alguna y con completa incapacidad para actuar de manera coordinada;
 
olvida Pabón que de lo que se trata es de resistir el empuje ciego de una política oscurantista;
 
olvida Pabón sugerir, proponer algo nuevo, o al menos dar aliento a quien se sacrifica;
 
olvida muchas cosas más, pero me las callo por ahora.


II


La apología del Lobo Estepario.


Si no ha habido un protagonismo mayor del sector docente que parta desde la "singularidad específica de la docencia" es por la incapacidad --ahora sí-- del sector docente para actuar desde el foro gremial propio, desde las organizaciones existentes o desde una nueva organización docente que agrupe finalmente a todos los docentes. Fácil es criticar a los que luchan contra el enemigo común del autoritarismo desde la orilla protegida y con las manos afuera pero se resisten a participar en la toma de decisiones colectivas.

Claro que los profesores tenemos "el derecho y la responsabilidad de expresar nuestro parecer sobre las estrategias que debemos asumir" (Pabón), pero ello supone la articulación de una acción unida, grupal, que por otra parte se descarta. Pero de eso a decir que, "para enfrentarlos, los docentes debemos ocupar el lugar que nos corresponde en cada uno de los organismos deliberativos para desde ahí incidir directamente y redirigir (¡¡!!) el rumbo que está llevando la Universidad", hay un trecho muy largo, pues esos supuestos "organismos deliberativos" son un fraude en una universidad cada vez más autoritaria y sorda que rechaza olímpicamente toda disidencia. Y la oportunidad de “redirigir” que se desea es nula.

Decir que la huelga y la subsiguiente ingobernabilidad le sirve a la administración para justificar "el desmantelamiento/reestructuración" de la UPR quiere decir que se admite que ése es su proyecto político, con huelga (o resistencia) o sin ella. Mejor con ella, digo yo, porque sin resistencia llegarán mucho más lejos con sus planes.


Las "medidas que de manera avasalladora están poniendo en riesgo la Universidad a la que muchos aspiramos" constituyen parte de un proyecto político para crear una universidad obediente, privatizada, disminuida, manejable, sin huelgas ni resistencias, sin opinión política en los asuntos de la nación, es decir, de nosotros mismos. No desean nuestra participación sino como ejecutores de sus directrices.

No hay diálogo posible, ¡si ellos lo dicen de manera transparente una y otra vez! Sólo puede funcionar aquí la acción coordinada y concertada, unida, de los diversos sectores de la comunidad universitaria que de veras creemos en una universidad que estudie, y en la que se ventilen libremente los problemas reales del país. En esa acción coordinada sobran los francotiradores quintacolumnas y los lobos esteparios. Si se desea ver actuando, desde su particularidad específica, al sector docente, fungiendo como docentes, entonces sumémonos y participemos juntos, porque como lobos esteparios y francotiradores sólo participamos para cavar nuestra propia tumba.


Marcos 
Reyes 
Dávila

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