Lolita dolores,
hija del rocío y del fuego*
Fue don Pedro
–el del fuego en el puño
y la palabra
quien encendió en tu pecho
la llama que nunca muere
alada siempre
como aquel domingo
de ramos rojos
La tomó don Pedro
–"el Dirigente"
del lar de Lares
para corazón de ese templo
que fraguó
por los mares tenebrosos del imperio
y para sembrarla en el pecho
más lolita y más dolores
templado ya del acero más dulce
y la sonrisa más acariciable
que aireara el paraíso
pues en nadie como en ti
sonríe toda la dulzura
de la patria
La llamó Valor
La llamó Libertad
La llamó Amor
Y con la gubia
de esa guadaña machetera
lanzaste el trueno de la luz
y el valor de los valores
en medio
del congreso de ladrones
Rateros de nombre Mckinley
Teodoro, Obama
esos traficantes de esclavos
que encadenan sin asco
el deber de los deberes
Largo fue tu exilio
lolita de las flores perennes
El calabozo donde un mar de brumas
tormentas y azotes a la ternura
intentaron ahogar
durante 25 años
la llama que no muere
ese fuego de tu albizu azul
que erigieron
estrellado y por igual
los abuelos y abuelas de nosotros todos
los nietos y nietas de todos nosotros
ésos que nos demandarán un día
cara a cara
dónde dejamos huérfano
el calor azul
de la llama pura del padre
De la madre tierra
que canta colibríes y ruiseñores
y canta tiernamente
como un abrazo antiguo inolvidable
su herencia de fuego
Lolita,
mariana del alba hospitalaria
hija transparente del rocío
mujer azucarada
en la sonrisa pulida del acero
tu muerte pesa como un lastre de quintal
Mas nos dejas junto
un luto perenne de fiesta
de la fiesta del fuego que fuiste
invencible
que es semilla roja de tu beso
y pebetero que baja de cada estrella
cada noche
La vida lolita dolores
que no termina nunca.
_______
El poema --¿quién lo duda?-- me lo pidió don Paco,
Francisco Matos Paoli, que la quiere tanto.
Marcos
Reyes
Dávila
No hay comentarios:
Publicar un comentario