martes, 8 de marzo de 2011

Actos descalificables / Rectora descalificada

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Actos descalificables 
sobre una Rectora descalificada

       "Quien siembra vientos cosecha tempestades". 
                                                         Sabiduría popular.

Néstor Duprey la emprendió hoy, en Fuego Cruzado, contra los estudiantes
que deseaban ayer agredir a la rectora para adelantar causas ideológicas, etc. Duprey llegó al extremo de mostrar que posee un arsenal de argumentos que diabolizan las concepciones de aquellos que, como Eugenio María de Hostos, desarrollaron toda su vida proyectos en verdad “revolucionarios”. Tanto advertir en ese programa contra los que reviven la “guerra fría” para caer en lo mismo. ¿De dónde sacará Duprey cuáles estudiantes fueron los agresores y cuáles no? ¿De dónde sacará sabiduría suficiente para saber por qué hicieron lo que hicieron y qué pretendían?

El juicio público de repudio estudiantil incluye a ese sector de profesores que cree que a Ygrí Rivera le interesa dialogar con ellos. No han advertido la construcción de caucus cerrados del partido en todas las esferas del gobierno.

Yo no heredé cromosomas que me permitan tomar con naturalidad lo ocurrido ayer. Pero eso no significa que no comprenda que la rectora está absolutamente descalificada y que se mantiene en su puesto sólo por la imposición de la Junta de Síndicos. No puedo olvidar las repetidas escenas de agresión policial contra los estudiantes realizadas a pedido de ella y mientras ella sonreía y aplaudía. No puedo olvidar que su deber era proteger a sus estudiantes y no golpearlos ni negarle agua y alimentos.

Las fotos y los videos ponen en evidencia un rencor profundo y extendido que creo que se lo ha ganado. ¿Quién, en la alta administración universitaria, mostró en algún momento, uno solo, indignación y solidaridad contra los estudiantes perseguidos y golpeados, y ahora carpeteados? ¿Cuándo Guadalupe se horrizó con el maltrato a las jóvenes ensangrentadas, apretujadas contra el piso, golpeadas y manoseadas? Con la gravedad de que no es lo mismo el tirar agua y halar cabellos de muchachos y muchachas de 110 libras de peso, que recibir macanazos de animales de 220 libras pagados por el estado y toda la represión que ejerce un estado policial, un estado de sitio.

 De modo que, aunque yo no pueda aplaudir los actos de ayer y crea que esos actos,  contraproducentes sin duda, tendrán un efecto negativo sobre la lucha de la toda comunidad universitaria y sobre la vida de algunos de esos estudiantes que serán acusados de delitos más agravados que graves, comprendo que ese estudiantado no le tiene respeto alguno a la rectora porque ella no lo merece. Fuenteovejuna lo hizo.

Ana Guadalupe es una rectora descalificada por sus propios actos.  


Marcos Reyes Dávila

2 comentarios:

Mariantonia dijo...

Gracias por hablar por mí en este comentario escrito con tanto sentido común y sentido de justicia.

Anónimo dijo...

desde Argentina, coincido con vos, en que cuando los estudiantes se sienten tan basureados y manoseados a veces no escogen la mejor forma para mostrar su enfado. Me encantó lo de fuenteovejuna, muy buena intertextualidad, jajaja. Espero que no emprendan contra ellos una caza de brujas. Saludos.
Flavia desde Argentina

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