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Antropología de mi entierro
“Los ríos profundos”. José Ma. Arguedas
En utuado quizás
en los andes peruanos o chilenos
en las selvas de michoacán
o de belice...
dónde estará mi entierro
acompañado de aquellos cemíes
de nostalgias heridas
de códices de cicatrices
de estelas de piedra que cuentan
la leyenda de un encuentro
entre narcisos
de colibríes que zumban aún el beso
a las flores de su alma
“Los ríos profundos”. José Ma. Arguedas
En utuado quizás
en los andes peruanos o chilenos
en las selvas de michoacán
o de belice...
dónde estará mi entierro
acompañado de aquellos cemíes
de nostalgias heridas
de códices de cicatrices
de estelas de piedra que cuentan
la leyenda de un encuentro
entre narcisos
de colibríes que zumban aún el beso
a las flores de su alma
A dónde discurre o pasa
el agua de los pozos
los caminos enterrados de los muertos
el tiempo que aún no germina
El amor es un río de sangre
que por más que huye
se queda detenido
en la puerta de su embarque
Un tiempo llegará
en que despertarán de nuevo
las aguas del cielo
y de la tierra
los ríos profundos
las cañas y los maizales
las cumbres y los puertos
los flamboyanes enardecidos
en las vegas
y el pregón del viento
anclado en la playa
que te anuncia pluvial
florecida y tormenta
Cuándo me hallarán
debajo del puente
en las aguas que predican
tu nombre emplumado
sobre el musgo verde
aferrado a tu mejilla de piedra
y a tu beso de agua
Y a esta ofrenda de vivirte ayer
mañana
y siempre.
el agua de los pozos
los caminos enterrados de los muertos
el tiempo que aún no germina
El amor es un río de sangre
que por más que huye
se queda detenido
en la puerta de su embarque
Un tiempo llegará
en que despertarán de nuevo
las aguas del cielo
y de la tierra
los ríos profundos
las cañas y los maizales
las cumbres y los puertos
los flamboyanes enardecidos
en las vegas
y el pregón del viento
anclado en la playa
que te anuncia pluvial
florecida y tormenta
Cuándo me hallarán
debajo del puente
en las aguas que predican
tu nombre emplumado
sobre el musgo verde
aferrado a tu mejilla de piedra
y a tu beso de agua
Y a esta ofrenda de vivirte ayer
mañana
y siempre.
julio/2012
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
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