miércoles, 15 de junio de 2011

Obama y los Efectos Especiales

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OBAMA y los "efectos especiales"
en EL PAÍS, de España, 
y en La JORNADA de México
     --sólo como ejemplo y para subrayar contrastes



La política norteamericana es un espectáculo de efectos especiales, del ilusionismo de los actos de magia, y de publicidad y propaganda de fanfarria. Nada más.

Así fue la visita de Obama ayer en Puerto Rico. El principal diario del país le dedicó su portada para darle la bienvenida en inglés, y los medios televisivos compitieron para ofrecerle a Obama una cobertura digno del Oscar a los efectos especiales. Se aparentó, incluso, que conversaba tranquilamente en una panadería de la capital como cualquier hijo de vecino, con el líder de la oposición política. En Puerto Rico ni siquiera un líder político del país de alguna importancia anda sin su escudo de guardaespaldas.

La verdad cruda y honesta, es que toda la capital, San Juan, fue ocupada por un ejército de policías puertorriqueños y de todo tipo de fuerzas especiales norteamericanas hasta quedar las calles en estado de sitio. Nunca había visto un despliegue de poder tan abrumador. Era obvio que Obama sentía haber llegado a Teherán, Kabul o Trípoli. Kilómetros de policías armados incluso con ametralladoras, llamando “autoridades federales” a lo que en verdad son “autoridades coloniales”.

Hubo un despliegue máximo de los sectores anexionistas en el gobierno, del partido de los “empresaurios” que gobiernan el país, como todo gobierno capitalista y parásito, parásito porque vive de los fondos públicos y se apropia de la riqueza pública del país. Es verano en Puerto Rico, y hay un ejército de muchachos que en sus vacaciones de verano trabajan con fondos norteamericanos en los municipios. Parece que, desde todos los municipios del país, todos fueron enviados a San Juan con camisetas con la bandera yanqui a darle las bienvenida a Obama. El despliegue de pancartas y banderas colocadas por el gobierno era impresionante. Entre eso y la cobertura abrazada a la bandera yanqui se vivieron en Puerto Rico horas entre las estrellas de la bandera.

Contrastaron con lo anterior las protestas realizadas por una diversidad de instituciones. Entre ellas, algunas reclamaron la libertad de presos políticos que llevan 30 años de prisión por la supuesta posesión de un arma. Claro, se trata de independentistas. Otros sectores protestaron contra los 113 años de coloniaje. Pocos recordaron que el país, en ruina, en recesión desde hace años, con una emigración máxima que ha llevado al exilio a más de la mitad de población, con un récord de asesinatos que se rompe cada día, de suicidios, de drogas, de quiebras, es responsabilidad del gobierno norteamericano porque es una colonia, es decir, que carece de poderes políticos fundamentales pues todo factor de poder importante está en manos del gobierno colonial norteamericano. Algunos recordaron que Obama es el portavoz de un imperio asesino que bombardea hasta la saturación varios pueblos del mundo y que sus manos están saturadas de sangre de niños, mujeres y ancianos.

Obama vino a hacer campaña en Puerto Rico, pero no dirigida a los puertorriqueños del país que no votan en las elecciones norteamericanos, sino a esa otra mitad, más de la mitad de la nación, que vive en Estados Unidos. Nadie ha aplastado con mayor violencia los intentos de autodeterminación de un pueblo como lo ha hecho Estados Unidos en Puerto Rico. El caso de Puerto Rico sólo es comparable con Palestina. Y nunca, en los 113 años de ocupación, ese gobierno ha hecho intento alguno de permitir el ejercicio de la libre determinación, ni siquiera un solo plebiscito. Eso sí, desde el principio de esa eternidad de más de un siglo, dicen siempre desde Casa Blanca que respetarán la decisión que tome el pueblo de Puerto Rico. Obama se hizo eco ayer de la misma mentira. Y algunos lo oyen y lo repiten como si fuera cierto.

Yo no le creo nada. Respondió que Oscar López Rivera, preso por más de 30 años, no había solicitado el indulto. Nunca un preso político puertorriqueño ha solicitado indulto alguno, que es pedir perdón por defender la patria. Obama no entiende que en Puerto Rico se produce una lucha de liberación nacional anticolonial porque una muchedumbre de anexionistas y de autonomistas, que riñen por administrarle la colonia al imperio, le besa la mano y le ofrece un millón de dólares para su campaña.

Aunque la cubierta de muchos medios de prensa se hiciera eco de la publicidad engañosa, otros medios ofrecieron una cobertura más imparcial. EL PAÍS, español, por ejemplo, coloca la noticia en su página de “Internacionales”. Nunca coloca las pocas notas que ofrece sobre Puerto Rico en la página de “América Latina”, contribuyendo así a la viejísima traición contra el país que forjó, como hijo maltratado, por más de 400 años. Pero un detalle importante publicado en medios como LA JORNADA de México desmiente todo: la foto, la foto de Obama con la bandera nacional de Puerto Rico a sus espaldas. Esa foto lo dice todo.

Dijo Obama que los puertorriqueños tienen el futuro en sus manos... En sus manos, debió añadir, atadas, golpeadas, torturadas, sobornadas, llenas de limosnas, drogas y mucha sangre.

Marcos 
Reyes 
Dávila

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