jueves, 27 de octubre de 2011

Kadafi es el camino

Sí:  
"Kadafi es el camino", 
dije y digo


Me salió como un exabrupto producto del dolor de ver ocurrir tanta barbarie y atropello con la más absoluta impunidad. Cosa de reírse y de brindar.

No soy yo solo quien reacciona indignado. Lo hizo el presidente de Sudáfrica y el de la Unión Africana, por ejemplo, igual que Chávez, y con él mucha de la izquierda latinoamericana. 

Yo no conozco lo suficiente a Kadafi ni  la historia de Libia ni la manera como sucedieron esos hechos como para atreverme a juzgarlos. Y no lo hago. Era feo o lo pintaban feo, y su imagen proyectaba mal.  Pero tengo muy claras varias cosas que son las que me guían en medio de la mar tenebrosa y me orientan.

Primero:
 
Sé perfectamente que parte importante de la mecánica imperial es manejar la opinión pública. Siempre lo ha sido, desde la Roma imperial. Hay libros sobre cómo los Reyes católicos utilizaban los recursos del estado para manejar la opinión de los vasallos. Hay libros sobre cómo hasta el pato Donald se utiliza con esos fines. Me consta que los medios internacionales se esfuerzan por aparentar imparcialidad pero son agencias de multimillonarias que viven con los demás multimillonarios y comparten el mismo mundo que domina los gobiernos capitalistas de occidente y se casan entre ellos y son compadres unos de otros. Lo llaman clase social... burguesa. Me consta cómo se tergiversan las noticias porque lo veo todos los días. Me consta cómo se miente y se falsifican los hechos, y cómo se convirtió a Fidel en un demonio cuando ha sido lo contrario, o a Chávez, Albizu, Juan Mari, cuando la historia demuestra otra cosa, o a todos los líderes del mundo que se han puesto de frente al poder imperial, desde Allende a Juárez, a Maximiliano, al Ché, etc. Todos. Sarkosy, Obama, Bush, el emperador belga, el Kaiser alemán, el Zar, etc., son los buenos.

Segundo. 
Conozco, sobradamente, la explotación multicentenaria de África y de todo el tercer mundo. Los ingleses siempre fueron los rectos de cuello blanco limpio no importa las barbaridades cometidas. Gandhi era un pies sucios. Toda esa zona del norte de África estuvo dominada y explotada por la Legión Francesa y compañía. Y la explotación, siempre brutal y asesina, significa que se destruyen los pueblos, que se asesinan los líderes y los mejores hombres del país como, que se descoyunta y desarma el orden de la comunidad, que se violenta la cultura y manera de vivir, que se impone, que se corrompe y se les droga también. Durante siglos eso hicieron con Libia.

Tercero. 
Llega el momento de la descolonización, y los pueblos corrompidos y sojuzgados durante siglos no saben cómo organizarse porque no tuvieron un proceso normal de autodesarrollo y todo es producto de la violencia. El régimen colonial se ha introyectado en las personas y en la vida social. Hostos lo vio, clarito, cuando llegó a Perú y recorrió los países  de América en la década de 1870, medio siglo después de la independencia. Martí también lo vio, no en Cuba, colonia entonces, sino en Nuestra América.

Cuarto. 
La tarea fundamental de los líderes de países coloniales es, primero, detener y frenar la intervención colonial que nunca deja de hacerlo --el caso, por ejemplo magistral, de Haití, país permanente jodido por los poderes imperiales por atreverse a proclamar primero que ningún otro país occidental la libertad de los esclavos negros--. Y, segundo, buscar cómo poner en orden y levantar un país hecho pedazos a sable, metralla y bombas en el que no hay, no existe, noción de ciudadano, porque el colonizado no lo es, y carece de hábitos democráticos desarrollados en acomodo a las nociones del cristianismo pues en países cristianos fue que se desarrolló el modelo democrático fraudulento que conocemos, y porque el colonizado no los tiene ni puede tenerlos. Si es un país compuesto de tribus, y para colmo no es cristiano, más difícil aún. ¿No recuerdas la escena aquella de Lawrence de Arabia, cuando llega él a Damasco con las tribus árabes del desierto a tomar la ciudad, y los ingleses simplemente se sientan a esperar unos días porque saben que los salvajes no sabrán qué hacer, cómo manejar, una ciudad? Libia desarrolló un sistema pólítico fundado en su propia cultura y tradición, autogestado, que llamó "jamahiriya", gobierno de las masas pero con una fuerte cabeza militar, idea que tuvo también como solución Bolívar para algunas regiones de América, e incluso Martí. Repasa "Nuestra América". Ahora se intentará hacer en Libia una cámara de lores, supongo. Condesitos de la Limonada a lo Haití.

Quinto. 
Tengo la más profunda convicción de que lo hecho en Libia es injustificable, que no es un caso aislado, que ya ha ocurrido y volverá a ocurrir mientras existan los poderes imperiales occidentales y la OTAN no tenga quien la frene.  La ONU, mejor dicho el Consejo de Seguridad,  presionada por los lobos imperiales de la OTAN, se dejó convencer de que había que detener la represión del gobierno de las manifestaciones organizadas por los poderes imperiales a billetazo limpio (como las “damas de blanco” de Cuba, como las protestas de Chile cuando se ordenó vaciar las tiendas para hacer, con los almacenes llenos, el teatro de un país con escaseces falsas, y tantos infinitos casos más) y ordenó una zona de exclusíón aérea. Nada más. Los lobos, como son tan buenos, iniciaron por su cuenta la agresión y los bombardeos. Mataron miles y miles (Manolo, cómo vas a consentir eso!), centenares de bombardeos diarios con centenares de aviones durante cuatro meses fueron necesarios para derrotar a Kadafi. Lo derrotó la fuerza combinada del poder imperial inglés, francés, norteamericano, italiano, etc., no el pueblo de Libia. Tan débil y tan impopular era, que tuvo que ser depuesto por la fuerza combinada de toda la OTAN. ¿Con qué derecho eligen ellos el gobierno de Libia? En cualquier liga y de cualquier modo, eso se define y se llama imperio, y todo imperio es un poder inmoral. Odio las guerras. Odio las bombas.

Sexto. 
No tengo en mí ingenuidad suficiente para creer que eso se hizo en defensa de la gente de Libia, de la democracia, ni nada de eso. Por Dios! Mejor invertir una pequeña parte del costo de bombas, armas y mercenarios para suplir lo necesario para acabar con los millones de niños que mueren cada año de sed y hambre.  La primera semana de guerra EUA nada más lanzó centenares de tomahaws. Cada uno cuesta b$1,400,000. Lo que está detrás de la invasión a Afganistán, del millón de muertos y la destrucción de Irak, y de ésta de Libia es poder y riqueza, y nada más. El robo y el saqueo que siempre, SIEMPRE, ha movido a los poderes imperiales todos.

Por todo esto, por todo lo anterior, dije y digo que Kadafi, con todos sus errores, es el camino, pues resistió, construyó un país superior a todos sus vecinos --superir en alfabetización, el derechos de género, en ingreso per cápita, en índice de vida, en índice de calidad de vida--  y desarrollaba el proyecto de una Libia verde, proyecto ya avanzado, que convertiría el desierto inmenso en un inmenso oasis. Dio la vida de sus hijos, la de toda su familia y la suya propia. Qué más hace falta para reconocerlo como un mártir.

Marcos 
Reyes 
Dávila

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