sábado, 27 de febrero de 2016

Hablan quechua los pájaros


Hablan quechua los pájaros
(Runa chucchu, es decir, con la gente en el pecho)  

         Para el aliento de piedra de un renato de sándalo
 


El Cusco
no tiene apuros

ni Lima
la piel de seda
Es vida que se levanta
    con sol de agua
        con sol de piedra


Los pájaros cantan quechua
en la ola de los cerros
Y en la morada del hambre
alhaja de alas
palomas blancas
                  
Las torrecillas de piedra
las brujas a son de quena
hacen de pizarro arena
coca de sangre

boca de estambre          

El tiempo es flor de arena
caricia dura
en la garúa
Y en los penachos del cóndor
las letras de oro
cántaros rotos  
          
En las ciudades de plata
la sangre arcana
cantera de almas
van enredados en quipus
templo del agua
luna de alpaca

En las campanas del Cusco
susuros duros
lamentos puros
deletrea en cada pecho
del Titicaca
pradera de agua


Por el espacio sin tiempo
puente de piedra
gema de sedas        
va Renato va Vallejo
como va un verso en
cuadros de Rembrandt.


El Cusco no tiene apuros
ni Lima la piel de seda.
Son pueblos
de mar y sierra
que van cantando
por la vereda. 
Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!

sábado, 13 de febrero de 2016

En busca de Francisco Matos Paoli



Francisco Matos Paoli: 
candor y fuego


Francisco Matos Paoli fue, quizás, el poeta puertorriqueño que más vivió imbuido de poesía. Suya la consagración de un oráculo y demiurgo de la poesía. Otros grandes poetas dedicados en cuerpo y alma al oficio del verso hemos tenido, como Evaristo Ribera Chevremont. Pero don Paco vivió desde la adolescencia en un coto de encantamiento del que apenas salió, pues lo llevaba consigo. Era, más que su sombra, puro halo.
    Yo conocí a don Paco desde los 19 años, aproximadamente. El Bachillerato en Estudios Generales requería la presentación de una tesina para otorgar el grado universitario, y recurrí a don Paco para que me auxiliara. Desde entonces, y hablo de 1971, lo visité con frecuencia. Durante mi residencia en México, a donde me llevó el afán de realizar estudios posgraduados en la UNAM, nos escribimos con muchísima frecuencia. Don Paco era un comunicador incansable y generoso.  Todo libro que le obsequiaban recibía de vuelta una reseña suya. Su día a día era leer una pila de libros en un sillón de madera en el balcón del segundo piso de su casa. Allí escribía en libretas sus poemas diarios que doña Isabelita le pasaba a máquina.
    En esas numerosas visitas y conversaciones lo oí quejarse con frecuencia de que los poetas jóvenes lo rechazaban por su devoción cristiana, su predilección por la Virgen, y su inclinación espiritista al misticismo. Entendí que se refería a los entonces jóvenes poetas del sesenta, dueños entonces del circo de los equilibrios y desequilibrios literarios, y portavoces de una poesía comprometida y militante. Curiosamente un par de ellos se habían casado con sus hijas y le habían dado nietos.
    La Revista “Guajana” publicó varios números en homenaje a poetas puertorriqueños. Julia de Burgos fue uno de esos poetas, así como Palés Matos, Margenat y Llorens Torres, entre otros. Es cierto que nunca publicaron un número en homenaje a don Paco, pero tampoco publicaron nunca un número en homenaje a Juan Antonio Corretjer, entonces el decano de la poesía comprometida y militante en Puerto Rico.
    Don Paco tuvo una época, en la década del cuarenta principalmente, en la que predominó en su quehacer una poesía que se catalogó repetidamente como hermética, en función de su predilección de entonces por el simbolismo francés y la poesía de Mallarmé. Posteriormente vino la represión política contra el nacionalismo y don Paco fue condenado por violar la “ley de la mordaza”, es decir, pronunciar cinco discursos en la tribuna nacionalista. La prisión lo enloqueció. Aunque sufrió pocos años de prisión, los efectos en su espíritu se prolongaron. Entonces nació de la locura un canto iluminado, destilado de candor lírico. Mas ni siquiera entonces don Paco perdió el norte telúrico con que nació al mundo y a la poesía. En el centro de su “Canto a la locura” sigue afincado “Don Pedro, el Dirigente”.
    Aun adolescente, Matos Paoli da a estampa libros de temas labriegos. Su amor a la tierra patria lo encarrilará en su devoción inquebrantable por la figura maestra de Pedro Albizu Campos, líder del nacionalismo. Mágicos, audaces y sobrecogedores son sus libros “Canto a Puerto Rico”, “Luz de los héroes”, “Canto nacional a Puerto Rico”. Aún en su época postrera, en los años noventa, la figura de Betances y, desde luego, la eterna de Albizu, lo hará estremecer.
    Recuerdo que estando en la Universidad de Puerto Rico en Humacao por esos años de los noventa, un empleado vino a mostrarle unas décimas que había escrito en honor a Albizu, alusivas a “el valor y el sacrificio”, tema predilecto del albizuismo. Don Paco se puso de pie,cuando el otro terminó su lectura, y comenzó a improvisar una glosa de varias décimas en respuesta. Como hiciera siempre en sus discursos, su inicio fue lento, como quien agarra energía de los lados, pero poco a poco se enaltece, y vibró terminando en un acelerado estremecimiento como una antena que fuera a quebrarse.
     Durante décadas, las últimas décadas de sus 85 años, se esforzó por desprenderse del hermetismo en un afán de acercarse y abrazar con su palabra a todos. Incluso se nota un desplazamiento de lo meramente nacionalista hacia el socialismo revolucionario con el que creyó no poder comulgar nunca plenamente, pues concebía al socialismo como ateo. No es extraño hallar en sus diez “cancioneros” de los años setenta, compuestos cada uno por 150 sonetos, y en los posteriores diez libros de “antisonetos” de los ochenta, poemas de tema social y político, contra la corrupción y los esbirros, contra el imperialismo y la colonia, la oda al obrero y la utopía redentora. No es extraño hallar en casi todos sus libros poéticos –más de 250– la temática social, el tono de denuncia o de censura, la diatriba amarga y fuerte.
    Para el crítico que pretende estudiar la poesía de don Paco la tarea es titánica, pero nunca ingrata. Luis de Arrigoitia editó en el 2006 una antología –“Raíz y ala”– de la obra poética de don Paco, pero se limitó a la obra publicada. Aún así, le salió la antología en dos tomos y casi mil páginas.
    Por carecer del abundante tiempo para hacer una tarea meritoria y justa indagando sobre el terreno, me concentré en un libro que por fortuna se editó en el 1997. En esa fecha doña Isabelita, su esposa y cómplice, seleccionó más de 100 poemas de Don Paco para componer un volumen poético que tituló “Verbo proletario”. Don Paco dio de este modo muestra inequívoca de una inclinación constante por el tema del obrero. No faltan ni las atribuciones que hace de su propio padre como campesino y proletario. Tampoco la visión del poeta como un obrero. De hecho, en la contratapa del libro dice el propio Matos Paoli lo siguiente:
    “La antología poética Verbo proletario, cuya determinante es la exaltación del trabajo manual en el obrero, se realiza hoy en día a base de la gestión hecha por Isabel Freire, mi esposa, que se inquietó maravillosamente por el tema y luego fue seleccionando de mi obra poética cien utilidades rítmicas. Se ha querido expresar no solamente el fervor del mundo, sino también la vivencia creadora del poeta-obrero que soy yo.
    “Íntimamente entrelazada a un cúmulo de experiencias vitales de primer orden, esta poesía busca la identificación del trabajo explotado para llamar la atención a los capitalistas. Deben entender la urgente necesidad de aclamar al obrero y elevarlo a la categoría justa que se merece como ente civilizador.
    “Tengo que hacer un reclamo público por medio del cual identifiquemos el arte poético como una trasmutación de la justicia social. Al mismo tiempo quiero hacer posible otra identificación que merece reconocimiento por nuestra parte: el hecho tácito de que no hay diferencia alguna entre el trabajo manual y la dedicación perenne del poeta a traer luz de los mundos imposibles”.
    De esta manera Matos Paoli reivindica en la misma plaza de la revolución proletaria su fervor cristiano y espiritual. No ve contradicción entre la fe y el compromiso patriótico y humano que aboga por la redención de los humildes explotados. A pesar de sus rencillas agridulces con los nerudeanos, suya es también la convicción de que la poesía nunca debe “cantar en vano”.
    Curiosamente este libro sale a la luz en el 1997. Para esa fecha la generación de poetas comprometidos y militantes había evolucionado significativamente desde las posturas más intransigentes de la juventud. Pero el 1997 no es la fecha de composición de los poemas. Como se ha dicho, es una selección hecha de libros publicados e inéditos, a partir del inicial “Cardo labriego” de 1937. Sin embargo, de los 49 libros representados, treinta estaban entonces inéditos.
    La poesía proletaria de don Paco se congrega en diferentes formas, a veces las clásicas, a veces el verso libre. La noción de la explotación de que es víctima el obrero en la sociedad capitalista es una constante. De ahí la imperiosidad de las redenciones y la demanda de revolución. Con ello va de la mano la noción de patria esclava de tiranos. Don Paco reivindica conceptos caros al marxismo como el poder creador del trabajo, la plusvalía y la enajenación; caros a la poesía como la imagen del sudor; caros al humanismo socialista como la hermandad de la clase que comparte como camaradas. La mujer proletaria está presente, así como la evocación martiana que alude a la solidaridad “con los pobres de la tierra”. Piquetean en estos versos términos rituales en este tipo de poesía como pan, masa, nuevo hombre y nueva mujer, himno al trabajo, el látigo del campesino, las trabajadoras domésticas, la denuncia del capitalismo, la noción de clase, la idea de que el obrero transforma el mundo, y, naturalmente , un “Cristo proletario”.
         Me consta la enorme simpatía que sentía don Paco tanto por las luchas patrióticas como por las luchas de clase. No era extraño verlo un marchas multitudinarias convocadas en defensa de la patria o en defensa de los derechos de los trabajadores. Su misma queja de abandono expresada hacia el sector más radical y comprometido es evidencia de que en su fuero íntimo don Paco no consideraba incompatible su espiritualidad religiosa y la causa social. Grabadas como estigmas en las palmas de sus manos estuvieron siempre ambas señas de identidad. Eran las semillas heroicas de su tierra natal: las semillas de Lares.


Marcos
Reyes Dávila
¡Albizu seas!
 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Presentación de EXÉGESIS 76-78: Las Actas del Simposio a JULIA








Presentación

En primer lugar,  el Simposio, cuya memoria se retiene en estas Actas, tuvo una asistencia récord en nuestro recinto. Varios miles de personas figuran en los registros de asistencia. Fue, además, un simposio que se vertió por cauces múltiples. Acogió la música de Zoraida y el arte teatral de Idalia; acogimos al artista plástico español, José María Sánchez-Darro, a sugerencia de María Consuelo, a quien nosotros invitamos a montar acá las piezas de su exposición de Granada, exposición que le permitió al Museo Casa Roig despertar de un largo letargo. Acogió, acogimos, en sesiones concurrentes y en tres espacios diferentes, alrededor de 40 ponencias, más el beneficio, generoso como un sueño, de la pintura de Dennis Mario y la de Rafy Trelles.

    Aunque fuera imposible, las Actas que presentamos han pretendido englobarlo todo. Ofrecen, esa mirada de 360 grados, de lo que en verdad fue ese Simposio que, vertido por diferentes caminos, ninguno de nosotros podía, ni pudo, apreciar completo. Pero las Actas también nos permiten evocar muchas de las actividades realizadas con motivo del Centenario, en todo Puerto Rico, y fuera de Puerto Rico, tal como intentamos hacer con la proyección, sin pausa, en la pantalla del teatro. La sola presentación, en ausencia por cierto, del libro de las “Cartas a Consuelo”, que no pudieron llegar a tiempo, fue a pesar de eso, uno de los momentos sublimes de la actividad, pues realizada por  “las burgos”, idea también concebida por, y debida a,  María Consuelo, reunió en un haz luminoso la experiencia secreta e inédita de toda una familia. Estoy seguro de que esa presentación, aun con la ausencia del libro, resultó no solo brillante, sino que estimuló marcadamente el interés en el libro.

    En segundo lugar: El libro-revista que presentamos es un híbrido. Mitad libro, mitad revista. Libro, con señas de revista porque revista debía ser una tirada de EXÉGESIS. Revista, con revestimiento de libro porque así nos lo pidió Mercedes López Baralt y otras queridas personas. Libro, mas no un libro lujoso. Porque ni el país, ni la Universidad pueden permitirse ese gasto, como sabemos todos. Pero Sí puedo afirmar que es un libro digno, cuya grandeza emana, más que de su edición, del contenido que ustedes aportaron.

    Creo que es perentorio subrayar, en tercer lugar, que esta edición, triple, de la revista EXÉGESIS, coincide con el trígesimo aniversario de su fundación. Hace tres décadas... en el 1986, 1996, 2006, 2016...  Una revista de la facultad que ya no estaba dirigida a la promoción institucional, ni se reducía tampoco a rincón de biblioteca. Una revista que pretendía algo más que cumplir con un requisito para la acreditación. Un vehículo vivo, y palpitante, de publicaciones académicas, abierto a toda la facultad, que podía entrar en un diálogo digno con los académicos, intelectuales y artistas de todo el planeta, y que tenía, tuvo, algo de relincho y de campana.

    Creo que EXÉGESIS cumplió su tarea. Durante más de dos décadas EXÉGESIS fue, no solo la bandera institucional, sino modelo de otras revistas del sistema. Uno de los cinco simposios organizados por nosotros dio abrigo a, y abrió espacio de diálogo con, todas, TODAS las revistas culturales y académicas, fueran tiradas en papel o cibernéticas, y abarcó un horizonte mayor que el sistema universitario público, e incluso del país.  EXÉGESIS también fue, dentro del sistema de la Universidad de Puerto Rico, la que abrió la puerta para una tirada combinada en papel y en internet. EXÉGESIS hizo ediciones combinadas con instituciones culturales de otros países de Nuestra América, como Paraguay, Cuba, España, Chile y Centro América. EXÉGESIS ha publicado, contra viento y marea, en un recinto pequeño, 78 números en 30 años.

    EXÉGESIS fue una revista que no temió defender algunas causas y principios, ardientemente, como no lo ha hecho ninguna otra revista académica de la UPR. EXÉGESIS no tuvo reparo en defender nuestro español vernáculo, el idioma de nuestros abuelos; EXÉGESIS no tuvo miedo de defender la causa del pueblo de Vieques; EXÉGESIS tuvo el valor de abogar por  nuestros presos políticos; EXÉGESIS clamó por el Instituto de Estudios Hostosianos, entre otras cosas.



     En el cuerpo editor fundador ya estuvo quien escribe, recién nombrado apenas para ocupar una plaza en este recinto. Y aquí estoy todavía, mitad fósil y mitad prehistoria, mas con un pie en el estribo para la jubilación. Creo que cabe decir, sin alocada hipérbole, que llevo a EXÉGESIS en mi sangre. Y EXÉGESIS lleva la mía.

    Para terminar, me abruma entrever que, como una de esas sublimes coincidencias que parecen destino, el trigésimo aniversario de EXÉGESIS se ha fundido con el centenario de Julia. Quizás a nuestra gestión, al frente de esta revista, le esperaba, al final del camino, este encuentro sublime con Julia de Burgos. Hablo de los tres años que llevo francamente anclado, en su memoria.  Pero pienso ahora, además, aunque quizás sea un delirio, que acaso estábamos todos, en la Junta Editora de EXÉGESIS, ungidos, sin saberlo, en la sangre de Julia de Burgos. Hablo... de la Julia rebelde y amante.  Hablo... de una pasión perdidiza. Hablo... de ese ruiseñor que quiso ser pitirre. Hablo... de morir en la eternidad de la palabra. Porque, a diferencia de esa palabra luz, que se apaga con un click, la palabra impresa que se nutre del humus humano, es, como lo aprendí de niño, cómplice secreto de lo perenne. Ese es el linaje, constelado, de Julia de Burgos.

(El presente texto es parte de la Presentación del número.)

Marcos
Reyes Dávila
Director de EXÉGESIS y
Coordinador y Editor del Simposio

Related Posts with Thumbnails